El domingo 19 de enero Rusia, Turquía, Egipto, la Unión Europea y EE.UU. acordaron en la Conferencia de Berlín colocar la primera piedra de un proceso pacificador, que pasa por un alto el fuego y un embargo de armas. El objetivo en Berlín fue también forzar a que los bandos enfrentados por el control del país y la industria petrolera dejen de recibir ayuda militar extranjera, evitando a toda costa la internacionalización del conflicto.
La Unión Europea está intensificando sus esfuerzos para hacer cumplir el embargo de armas de las Naciones Unidas a Libia, contribuyendo así al proceso de paz en el país, a través del lanzamiento de una nueva operación militar de la Política Común de Seguridad y Defensa en el Mediterráneo.
La UE había llegado a un acuerdo para desde hoy 1 de abril, poner en marcha la nueva misión naval frente a las costas de Libia, tras alcanzar un pacto para que Grecia ponga a disposición sus puertos para el desembarco de migrantes rescatados. Así el Consejo adoptó ayer una decisión por la que se ponía en marcha la Operación IRINI.
IRINI, en griego "paz", tendrá como objetivo principal la aplicación del embargo de armas "mediante el uso de medios aéreos, satelitales y marítimos".
También se vigilarán las exportaciones ilícitas de petróleo, crudo y productos refinados procedentes. La operación contribuirá a la formación de los Guardacostas y la Armada de Libia en tareas de contrabando y tráfico de personas mediante el patrullaje con aviones.
De este modo, la actual operación en el Mediterráneo, SOPHIA, cesará permanentemente sus actividades. La operación SOPHIA se puso en marcha en junio de 2015 en el marco global de la UE para actuar en materia de migración.
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